Un thriller de suspenso que te pone al borde de la butaca en varias ocasiones pero en otras, y esta es la parte que me pesa, se vuelve repetitiva y honestamente aburre, al menos a mi me aburrió y puedo asegurar que muchos más en la sala sintieron el mismo efecto aletargador.

La historia es muy simple y provocativa: la mujer de Elon desaparece y él se vuelve loco por encontrarla o al menos descubrir que le paso, eso lo lleva a recorrer lugares obscuros pero también lugares familiares, después de todo, buscar a tu ser querido en casa de su madre no es una idea descabellada, sin embargo la narrativa es llevada, en este caso particular, a un punto de tensión que no es resuelto y que deja con muchas interrogantes abiertas, lo cual me parece un regalo maravilloso por parte del director.

en que falló?

Para responder diría que el trailer generó expectativas de una trama y una narrativa mucho más dinámica, sin embargo la historia es contada a un ritmo demasiado lento para lo que es ofrecido en 30 segundos de trailer.

Obviando la expectativa que me generó el trailer, me atrevo a decir que la película es al menos dos ritmos más lento de lo que se podría esperar para el ritmo de una película con estas características.

Y el segundo detalle: la repetición. Es cierto que la cámara situada a la espalda de personaje siguiendolo, permitiendo ver lo que él ve y sentir lo que él transmite en su ansiedad es un recurso muy interesante, considero que añadido al ritmo lento de la narrativa lo vuelve repetitivo y en un momento deja de aportar tensión a la historia.

Es una película que vale la pena ser vista, es una historia que sabe como involucrarte y el final es magnífico, es el medio el que me dejo con ganas de algo más, sin embargo no considero que sea mala, por el contrario es una joya cinematográfica que la tuvimos en el 36º Festival de Cine.