"Los 30s son los nuevos 20s" o al menos eso es lo que nos quieren convencer los grandes anuncios de las empresas que tratan de mantener a la gente en ese rango de edad consumiendo como jóvenes veinteañeros y no creo que sea necesario tener un slogan para una actitud que es característica de toda generación. La diferencia actual? lo hacemos sin tabués, sin miedo (no siempre y no todos) a lo que los otros puedan o no opinar de nosotros.

Ahora bien, la pelicula retrata eso, jóvenes en sus primeros 30 años que buscan, cómo buscaron antes y seguirán buscando después, respuestas o al menos explicaciones al caos que es su vida, al desorden que pretenden arreglar constantemente y al amor que no logran definir, a veces no logran ni siquiera verlo y a veces simplemente lo dejan pasar.

Que tiene de particular está película de muchas otras que se han hecho alrededor del mismo tema?

La crudeza de lo sexual: la fotografía es excelente, a través del cambio de distintas tomas, la mezcla de estilos de cámara, el uso de luces y el manejo cromático, la tensión sexual puede ser mostrada de forma tácita o frontal y sin un ápice de censura y sin embargo en cualquier caso es posible sentir la exitación que la escena conlleva.

No solo la exitación es lo que provoca está película, también está la frustración sexual, el dolor en lo sexual, el placer y el displacer pueden ser alcanzados desde tantos ángulos y a veces desde los mismos y esta película retrata muy bien esos momentos, haciendo uso de una crudeza que a falta de palabras la calificaría de natural.

La ausencia de censura en la película es tal que pude ver como 5 personas, claramente molestas por lo explicito de las tomas, se levantaron y se fueron

Lo honesto de sus realidades: no creo que exista un sobredimensionamiento o una desproporción en las personalidades de sus personajes centrales, sienten dolor, tienen incertidumbre y están solos, o así lo sienten ellos, en ese camino por descubrir.

En un mundo en que la identidad de género es tema de todo lo que atañe comunicación está cinta logra colocar esos cuestionamientos en un plano natural, no hay una voz en off recordándonos que la identidad sexual y de género es derecho de todos, no hay un comentario dicho desde un no-lugar o a través de un no-personaje sobre lo que implica la identidad de género. Todo está ahí, sin barreras y sin sutilezas innecesarias (hay sutilezas y muchas pero todas útiles y muy atractivas), los personajes llevan sus dudas existenciales, sus identidades en ellos a lo largo de toda la película, que es lo que podemos esperar de alguien que ha logrado sobrevivir y llegar a los 30.

Si tienen la oportunidad de ver Even lovers get the blues mirenla, vale la pena, además si tienen 30 se van a identificar y si tienen menos van a poder ver que no mucho cambia.