“!Salud a vosotros, bravos carreteros,
Siempre "cuanto más largo, tanto mejor”,
Tiesos siempre de cabeza y rodilla,
Carentes de entusiasmo, carentes de bromas,
Indestructiblemente mediocres,

Sans genit et sans esprit
[¡sin genio y sin espíritu!]“

Estas palabras dichas hace mas de cien años por Friedrich Nietzsche fueron, a mi parecer, un homenaje escrito a la mediocridad. En el fondo Nietzsche admiraba esas mentes débiles, cobardes y sin ánimo de lucha y por qué no? En el fondo todos añoramos una vida fácil, sin complicaciones, sin preocupaciones mas alla de las cotidianas (donde estan las llaves, tengo que comprar leche, que caramelos le gustan a mi novi@) y los "débiles de voluntad” tienen las de ganar incluso en la cotidianidad, ellos no se preocupan ni siquiera por donde dejaron las llave. Mi deseo y mi anhelo es llevar mi mente a límites superiores, sentir que cada nuevo límite es inalcanzable y partirme el cerebro por asimilar experiencias, conocimientos que me permitan volver aquel cielo alcanzable y superable. No es díficil pensar, no es díficil aprender, lo díficil es tener la voluntad para hacerlo y la disciplina para mantenerse en el camino. Muchas veces el paso de la voluntad es relativamente sencillo, basta con proponerse en hacer algo; pero la suma de ese deseo a la disciplina de ejecutar la accion es lo que nos retiene. Lo mejor es empezar suave, organizar la vida cotidiana de uno mismo puede ser un buen primer paso: organizar el sitio donde esas llaves deben ir para no volver a perderlas, organizar los cajones y tal vez ese polvoso librero para saber que literatura tenemos y que nos gustaria aprender. Este es un homenaje escrito no a la mediocridad sino a la falta de ella.

Vosotros que os encontrais en el borde
Vosotros que sois tratados cual parias,
cuyo único crímen fue pensar, fue reir, fue dudar.
Vosotros que no os contentais con simples palabras,
con especulaciones baratas de la cotidianidad,
vosotros que sois dignos de llamarse “almas libres”
vosotros que sois dignos de llamarse humanos.