Muchas veces nos preguntamos por qué seguimos caminando por el mundo a pesar de todo el mal que nos sucede. A veces nos cuestionamos si nuestra existencia vale lo suficiente como para soportar lo que nos espera a la vuelta de la esquina.

Algunos entre nosotros nos hemos despertado con la duda de si alguien nos piensa o si nuestra presencia le da sentido a alguien, muchas veces muchos entre nosotros hemos sentido soledad.

La soledad es parte integral de lo que somos, y las preguntas, hechas antes, no son las correctas; es más no son preguntas, sino respuestas certeras lo que debemos considerar. Si pensamos en alguien es porque alguien nos piensa y esperar que nuestra presencia le sentido a alguien es egoísta cuando lo que deberíamos intentar es encontrar el sentido si es que lo hay.

¿Y si no hay sentido?

Tal vez no lo haya, pero nuestra mortalidad no nos permitirá entenderlo. Podemos intentar concebir lo que hay si abandonamos nuestros deseos de trascender....

...si nos vaciamos

Solo dejando de lado nuestro ego y aceptando que la vida es un abanico de matices y formas, algunas que incluso no podremos percibir, entenderemos lo que tal vez la vida nos trata de decir

ríe a carcajadas, llora gritando, guarda el corazón en una maleta y sigue buscando el libro de los cuentos incontables*